Un fin de semana en Paris

El otro día, tomando un café con una amiga, salió el tema de qué ver en Paris. Se iba a pasar el fin de semana a la capital francesa y no tenía claro qué ver en tan poco tiempo.

La verdad es que París daría para perderse durante una eternidad entre sus calles, pero cuando hay que elegir, nosotros lo tenemos bastante claro: lo mejor es escoger un par de barrios y un par de atracciones turísticas y centrarse en ellas.

Claro que también se puede hacerse un planning más ajustado e ir moviéndose en metro, pero os perderéis lo mejor de Paris: su vida.
Si elegís la primera opción, tendréis tiempo suficiente para moveros por París a pie. Esto os permitirá disfrutar de sus calles, su gente, fijaros en algún detalle, edificio, plaza… más allá de lo puramente turístico o encontrar el lugar perfecto para comer o tomar un café sin arruinaros en el intento.

DIA 1 
Eiffel
Mucha gente llega a Paris un viernes por la tarde. Un buen plan para este día sería dejar el equipaje en el hotel (no sería muy cómodo cargarlo por todo Paris, ¿no?) y dirigirse al Champs du Mars (Campo de Marte) para tener una primera imagen de la Torre Eiffel. Después podeís cruzar por el Pont d’Léna hasta los Jardines de Trocadero, donde podréis sacar unas fotos excelentes de la torre. Un consejo: si conseguís un buen lugar, aprovechad para sacar miiiles de fotos. En cuanto os mováis un poco, otra persona os quitará el sitio.

Tras una buena sesión fotográfica os recomendamos seguir un ratito ahí disfrutando de las vistas y grabarlas en la retina. ¡Pensad en lo afortunados que sois por estar ahí!

Después podéis volver a cruzar el puente y bajar a la orilla del Sena. Os recomendamos tomar uno de los numerosos barquitos que surcan el río para admirar todos los puntos principales de París, es una vista única y una experiencia preciosa, sobre todo si vais en pareja. Lo más recomendable es esperar al anochecer, cuando todo París está iluminado. Para cenar podéis elegir un crucero con cena a bordo (obviamente bastante caros) o comer un crépe a la orilla del río, desde donde podréis ver el juego de luces de la Torre Eiffel, que tiene lugar los primeros diez minutos de cada hora.

Si preferís una cena en un restaurante, lo tendréis fácil, será por bistrots, creperías y todo tipo de establecimientos donde comer y cenar en Paris.

DIA 2

Al día siguiente no podéis perderos los principales iconos de la ciudad: la Torre Eiffel, los Campos Elíseos, Notre Dame… Si pretendéis entrar, dejad tiempo para hacer cola y llevaos agua (si hace calor) y algún entretenimiento para hacerlo más ameno, sobre todo para la Torre Eiffel.

gargolas
¡No os podéis perder las gárgolas de Notre Dame!

Para comer os recomendamos hacer una parada en el barrio latino (Quartier Latin), el barrio estudiantil de Paris, que está plagado de restaurantes. Además en este barrio podréis visitar otros monumentos y puntos de interés como el Panteón, la Sorbona, el Palacio de Luxemburgo y sus jardines…

El atardecer es un buen momento para acercarse al bohemio Montmartre, el barrio de los pintores. Desde aquí se puede tomar el funicular que conduce al Sacre Coeur.SacreCoeur

Montmartre es todo un barrio de contrastes y si se quiere hacer una transición pausada desde lo más espiritual hasta lo más terrenal, recomendamos descender a pie por las calles empedradas. Apostados junto a los numerosos restaurantes, tiendas de souvenirs y demás locales, encontraremos numerosos artistas vendiendo láminas con dibujos y pinturas de Paris. Si se encuentra un buen precio, este puede ser un recuerdo precioso de la ciudad de la luz.

Se puede cenar por los alrededores, pues está plagado de restaurantes no sólo de comida típica francesa, sino también de otras nacionalidades. Si hay cola conviene tener mucha paciencia… probablemente merezca la pena la espera.

En el otro extremo de la experiencia terrenal encontramos la plaza MoulinRougePigalle, donde se puede entrar en uno de los múltiples sexshops que se anuncian con luces de neón o visitar el museo erótico. No en vano dejamos para el final la guinda del pastel: el famosísimo Moulin Rouge. Habrá quien no se conforme con hacer la típica foto y quiera vivir uno de sus espectáculos de cabaret. Tanto si se quiere disfrutar de la función con una cena como si se prefiere hacerlo con una copa, es necesario reservar y vestir de manera elegante. Más información en http://www.moulinrouge.fr/?lang=en

Antes de volver al hotel a descansar, se puede tomar una copa en el conocido Le Chat Noir, todo un icono parisino.

DIA 3

Si se dispone de parte del domingo, este último día se puede comenzar por el Arco del Triunfo y pasear por los exclusivos Campos Elíseos. Tras un largo paseo se llega al Jardín de las Tullerías, donde está el museo del Louvre. Cruzando el Pont Royal y bordeando el Sena se llega a les Invalides, donde podremos visitar las iglesias de Saint Louis des Invalides y del Domo. Esta última, reconocible por su impresionante cúpula dorada, alberga el sarcófago de Napoléon Bonaparte.Dome

Quizá esta visita sea lo que quieran obviar los grandes amantes del arte, que no podrán evitar perderse en el museo del Louvre, el más famoso de Paris y uno de los más importantes del mundo. Si éste es vuestro plan, os vendrá bien saber que en su página web proponen itinerarios con las obras más importantes de esta enorme pinacoteca.

Tras esto no quedará mucha más opción que recoger el equipaje y poner rumbo al aeropuerto, donde probablemente el viajero llegará con la maleta un poco más llena y el alma un poco más vacía, pues aun habiendo llenado el equipaje de recuerdos, resulta difícil llenar el hueco que deja Paris.

Paris

Au revoir mon amour!

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